Capítulo I
Hoy me encuentro fatal,
no tengo ganas de nada, siento que el desánimo y la soledad me abruman, veo
pasar la melancolía por mi lado y no hago nada por echarla, es más, creo que la
invoco cada día. No sé lo que quiero realmente, he llegado a una etapa de mi
vida en que sí que deseo realizar muchas cosas pero no sé por dónde empezar.
¿Será que he llegado a la crisis de los 30? ¿Existe de verdad una
crisis a los 30? Siempre he pensado que en algún lugar existe una persona
adecuada para cada uno, es más me considero una persona que cree firmemente en
el amor verdadero y no es que peque
de romántica empedernida pero
conforme pasan los años soy de la idea de que la frase y fueron felices para siempre existe, aunque hoy por hoy no tenga a
nadie que me caliente la cama, bueno la cama y otras partes, para qué me voy a
engañar.
En realidad, quisiera amar de verdad pero muy en el fondo de mí
tengo miedo a sentirlo, sí que quiero experimentar la pasión pero a la vez
tengo miedo de estar con alguien.
En el pasado, estuve mucho tiempo con una persona y en un momento
dado llegué a pensar que nos quedaríamos juntos, es más, estaba casi segura de que
lo teníamos todo para ser felices, pero con el tiempo la relación se fue
deteriorando hasta que acabó mal y desde entonces me he cuestionado si fui yo
la culpable o no de su “capullez”?
No sé si existe esa palabra pero me refiero a que me sentía
culpable de haber dejado, de que fuera tan capullo. Y debo agregar también que
soy de las personas que piensan que no porque haya salido mal una segunda vez o
la tercera vaya a ser igual, lo que sí tengo claro es que mis ganas de conocer
a alguien pueden más que yo.
Así que aquí me encuentro, en un punto exacto en el que estoy escuchando
a una amiga muy especial para mí, aconsejarme de crearme una cuenta en una red
social para conocer gente y poder relacionarme.
Pero es inevitable que aparezcan las dudas de si... ¿y si caigo
mal? ¿y si no soy capaz de ser yo? ¿y si nadie se ríe con mis chistes? Porque
confieso que tengo una manera muy peculiar de hacer bromas en las que nadie las
entiende, por consiguiente nadie se ríe cuando las hago.
Me viene a la mente un recuerdo de mi juventud, no hace tanto
tiempo cuando rondaba los veinte y pocos años. Nos encontrábamos todos viendo
las noticias, -cuando hablo de todos
me refiero a toda mi familia-, mis padres y mis cuatro hermanos.
Cabe destacar que soy la hija menor y la única mujer de una manada
de cuatro lobos, cada uno de ellos más hambrientos que otros y con los cuales
ha sido difícil sobrevivir ya que nos diferenciamos en edades de alrededor de
un año y poco entre nosotros…era una época de mis padres en que no existía la televisión…
Escuchábamos un reportaje que trataba sobre las relaciones a
distancia y más precisamente el caso de parejas que se habían conocido por
internet, que se encontraban en la etapa del ciber-contacto, o incluso habían
parejas que se habían conocido de esta manera y ya vivían juntos.
Pero recuerdo específicamente la parte en la que mantenían el
contacto inicial por chat, el proceso de conocerse o de iniciación en estas
artes y yo hago un comentario sobre el cual digo que no creo en este tipo de
relaciones, porque muy al margen de que en el pueblo de mis padres –ellos emigraron a Barcelona cuando eran muy
jóvenes- hay un refrán que dice más
o menos así amor de lejos…amor de
pendejos.
Y mantengo mi posición de que yo nunca intentaría tener una
relación así porque creo firmemente en que a la persona hay que conocerla
físicamente, tratarla diariamente, vamos que hay que vivirla y que no es lo
mismo compararla con este tipo de relaciones.
Con lo cual mi hermano el lobo mayor, me queda mirando y me dice: Hermanita, nunca digas la palabra jamás haré
esto… Yo le quedo mirando detenidamente y le respondo con todo el esplendor
que mis veinte años me lo permiten A mí
no me verás en este tipo de relaciones…
Y por otro lado, está el hecho de que no me considero guapa que
digamos, pero tampoco fea, creo que soy una chica normal más bien diría yo
normalilla. Reconozco que durante mucho tiempo he pensado que no soy atractiva
ni mucho menos, no me considero tener un sex
appeal por más que Eva diga todo lo contrario, ella dice que soy un bombón.
Eva es mi mejor amiga, llevamos muchos años juntas, hemos
estudiado desde el Colegio y mantenemos el contacto a diario ya que también es
mi compañera de piso, pero más que una amiga la considero como una hermana.... en
realidad la hermana deseada que nunca tuve; porque he de reconocer que el hecho
de tener a los lobos ha sido de gran ayuda en la mayoría de los casos, ellos me
han salvado de situaciones desesperantes y hasta casi frustrantes, pero la
mayoría de las veces como integrantes de la manada nuestra relación se ha
basado en el principio de cada uno a su bola.
Así que lamentablemente no he tenido muchas referencias femeninas.
Tampoco puedo hablar de mi señora madre que digamos, -Miss Daisy-, porque es una mujer muy conservadora, es la clase de persona
que piensa que toda mujer debe
llegar virgen al matrimonio -por
Dios¡¡- pero es mi madre al fin y al cabo y como mi padre siendo el Jefe de la Manada la sigue amando por
los siglos de los siglos... pues todos nosotros aceptamos su manera de pensar…
pero no quiere decir que estemos de acuerdo con ella. Es una especie de tira y
afloja, un continuo lo que me digas me entra por un oído y me sale por el otro,
o no me sale por ninguno, o simplemente no me entra…
Eso y agregar también que siempre ha tenido una especie de… no
puedo catalogarlo como odio, sino más bien animadversión hacia mis novios, por
no decir TODOS los novios que he tenido, bueno tampoco han sido tantos, pero
siempre ha encontrado una pega en cada uno de ellos.
Muy por el contrario, solía suceder con las novias de los lobos,
que ellas sí que recibían un trato especial por parte de Miss Daisy, sobre todo por las novias del lobo mayor, en otras
palabras el lobo mayor era…intocable.
Y claro, he tenido mis momentos de lucidez cuando se me ha pasado
por la mente la típica frase de ¿seré
adoptada?, incrementándose este pensamiento más aún durante las etapas de
fisgoneo, cotilleo, vigilancia nocturna, bla, bla, durante mis etapas de
noviazgo.
A pesar de todas esas cosas, hoy he decidido seguir el consejo de
Eva en lo que se refiere a crearme una cuenta en una red social, con la
esperanza -y lo espero firmemente- de que el destino me depare nuevas
oportunidades de conocer gente guay como diría Eva y que al menos pueda
divertirme con cada espécimen que me
pueda encontrar en esta orgía de caras y cuerpos. Porque aún cuando no
encuentre nada, sino lo intento nunca lo sabré, verdad?
Estoy tumbada en la cama con mi pijama preferido de Bamby, es sábado por la noche y no tengo
ningún plan en concreto y decido seguir las instrucciones de Eva, sólo tengo
que crear la cuenta poniendo mis datos, he de escoger un nombre para el avatar,
hacer una breve descripción de mi biografía –la cual no tengo ni puñetera idea
de qué poner- y colgar una foto súper
mega guay y empezar a seguir a gente
cool.
Aún no sé como funciona este rollo de seguidores así que poco a
poco iré haciendo. Tampoco es que me mate el asunto, porque yo preferiría estar
haciendo otras cosas en vez de dedicarme a navegar por la red.
Siendo hoy un sábado por la noche, ¿la gente no debería estar de
copas? Pues no tonta, porque tú también
estás en casa un sábado por la noche. Verdaderamente, a la gente le gusta
este tipo de contacto y no el que se pudiera conseguir con un cara a cara?
Pues vamos a ello, al principio esto me marea un poco, porque las
imágenes y los textos surgen en fila unos detrás de otros sin parar, van
subiendo y dejando atrás los que salieron inicialmente y no me da tiempo
suficiente para leer y tampoco puedo concentrarme bien en los diálogos, a pesar
de que tengo un móvil más o menos decente no logro estar a la altura ni tener
la rapidez de leerlos todos.
Debo agregar que al ser una persona más bien introvertida y dado
que hoy soy primeriza en estas lides,
no sé cómo va el tema, no sé qué decir para caer bien; tampoco tengo una frase
elaborada para poder aterrizar en este sitio, lo que tengo por naturaleza es
que me cuesta expresarme, me cuesta comenzar a entablar una conversación y muchas
veces pienso que no voy a caer bien a la gente, el único punto a mi favor que le
veo a esta situación es que como no me ven de momento no pierdo nada.
Bueno, he comenzado a escribir un mensaje más o menos así Buenas noches a todos, hoy es mi primer día
aquí… me suena verdaderamente ridículo por no decir cutre, es como si me
remontara a mis días de universidad o más aún de colegio y tuviera que
presentarme como si estuviera en un primer día de clases Hola, me llamo Lorena… tengo 18 años y vivo en… es un fastidio,
creo que esto no es lo mío, estoy a punto de tirar la toalla.
Voy a dejar el móvil a un lado e irme a preparar algo de cenar,
cuando de pronto aparece en la pantalla un mensaje de un tío que dice: Hola, hay por aquí una chica seria para hablar.
Por un momento dado me ha hecho gracia, quién hoy en día escribe un mensaje
así, pero por otro lado he pensado, yo soy una chica seria y sólo quiero hablar
así que me decido y le escribo Hola, cómo
estás? y le doy al botón de enviar. Al poco rato me aparece un mensaje
privado de él e iniciamos una conversación.
- Muy bien y tú?
+ Bien también, de dónde eres?
- De Madrid y tú?
+ De Barcelona, cómo te llamas?
- Me llamo Javier, pero mis amigos me llaman Javi y tú cómo te
llamas?
+ Lorena, Lore para mis amigas.
- Y que estás haciendo por aquí?
+ Pues sólo hablar, acabo de
crear esta cuenta y no sé realmente cómo va este rollo.
- Pues ya somos dos, llevo poco tiempo aquí y la verdad es que
estaba por cancelarla, además que tampoco entro mucho a esta cuenta. A veces la
utilizo como vía de escape, más que nada.
+ A qué te refieres con vía
de escape?
- Ehh… es una historia muy larga, algún día te la contaré.
+ Aja…
Y así he conocido al tal Javi, como primera impresión me ha
parecido un chico majo, al menos no me ha parecido que sea acelerado como otros
tantos chicos que hay por allí, hemos hablado durante horas de todos los temas que
se nos ha ocurrido, coincidimos en muchos gustos musicales sobretodo nos
encanta la música de los 80’s, la verdad que no me parece el típico empollón y muchos menos es un nerd informático como en un primer
momento puedes pensar de la gente que está en la red, ha habido una especie de feeling, así que de momento me ha dado
buena sintonía mientras nos escribíamos.
Tiene 35 años y se dedica al comercio de muebles, no me ha dicho
exactamente qué hace, así que supongo que es comercial.
Debo confesar que me he sentido muy cómoda hablando con él, es
como si ya le conociera de antes, he tenido la sensación de que cuando hablas
por primera vez con una persona te emite algo positivo no sólo por cómo escribe
sino también porque en sus palabras encierra confianza. Tengo la sensación de
que nos llevaremos bien, al menos eso espero durante el tiempo que esté en este
lugar.
Cuando hemos estado hablando me han entrado otros seguidores por
mensaje directo, así me he enterado por
Javi que se llama el chat privado y en la mayoría de esos casos me he sentido un
poco incómoda, en realidad más que un poco incómoda.
Es como si fuera un gusano
en una fiesta de gallinas, porque he visto que hay mucha gente que va a saco. Esto me lleva a pensar que o,
existe mucha gente que utiliza los mensajes privados para ligar –que probablemente es lo más seguro-,
que mi avatar es lo mejorcito de la crème
de esta red social –cosa que no lo
creo porque aún es un huevo, no he colgado nada-, que no pueden resistirse
a mis encantos o que finalmente no tienen otra cosa mejor que hacer que
intentar entrarle a una principiante –estos
dos últimos totalmente descartados porque no he dicho más que tres o cuatro
frases-.
Por lo tanto y teniendo en cuenta mis razones he decidido que no
les voy a contestar, verdaderamente podría hacerlo, no me costaría nada porque
se supone que estoy aquí para conocer gente guay
pero no me gusta sentirme carne de
carroña y menos aún gente que no me conoce de nada y que nunca en la vida
me ha visto.
En cambio, con Javi ha sido diferente, él no me ha buscado ni me
ha entrado, lo he encontrado yo a él y hemos iniciado una conversación mutua y
en ningún momento me he sentido incómoda ni mucho menos he pensado que está
ligando conmigo, bueno en este caso no me importaría ligar con él para qué nos
vamos a engañar, pero como aún no sé cómo es él quiero dejarlo así, en que ha
sido una charla agradable y que me ha hecho sentir bien conmigo misma.
Se lo he comentado y me ha dicho que efectivamente hay gente que
es muy directa y que estar aquí un sábado por la noche tiene mucho que ver a lo
que él se refería con su comentario de vía
de escape. Me ha dado la impresión de que se ha quedado muy contento cuando
le he dicho que no contestaría más mensajes privados, no porque no quiera sino
porque de momento sólo quiero hablar con él. Nos hemos dado nuestros horarios
en los que podríamos quedar para seguir hablando, ya que al igual que yo
trabaja y por la noche es cuando ambos tenemos más tiempo para poder hablar. Y
siempre lo haremos en mensaje privado, es más íntimo y así nadie podrá
cotillear de nuestras conversaciones.
De todo esto sólo hay una cosa que me preocupa y es que al
despedirse me ha pedido que le envíe una foto para hacerse una idea de cómo soy
y no sé si eso sea una buena idea, porque acabo de conocerlo y a pesar de que
me ha caído bien, no sé realmente si he estado hablando con un psicópata o un
asesino en serie…o con el verdadero Javi.
Por lo que no he tenido más remedio que decirle que en unos días
se la mandaré, ya que primero quiero que me la envíe él, antes quiero cerciorarme
que es de carne y hueso, que existe y sobretodo estar segura que será seguro
para mí, sólo por si las moscas. Nunca se sabe quién puede estar detrás de una
pantalla.
Aún no le conozco bien y cuando pueda confiar plenamente en él, o
más que nada tener la seguridad de que es él, al final tendrá mi foto y cuando
la tenga tampoco quiero tener la sorpresa de verla en un futuro pululando por
internet.
Todo esto me recuerda a una de mis películas favoritas Enemigo Público con Will Smith, en el
que llega un momento en que la privacidad deja de ser de uno mismo para
convertirse en pública y que la casa del tío se ve acechada por todo tipo de
espías, vamos que hasta había cámaras en el lavabo. Tampoco quiero decir que mi
foto valdría todo el dinero del mundo y que me haría muy famosa en internet
pero al menos quiero proteger mi vida privada siendo no pública y sobretodo
sólo quiero que la tenga Javi.
Hay otra cosa que me preocupa de todo esto y es qué foto le voy a
enviar, primero que nada no me gustan las selfies y segundo me he hecho cientos
de fotos en reuniones familiares o con amigas pero nunca me he hecho una selfie
sola y menos aún posando delante del móvil.
Con esto de la foto quiere enviarme alguna indirecta? Será que es
coleccionista de selfies femeninas? O también puede ser cierta mi teoría de que
quiere conocerme más y por eso me pide una foto para ver si estoy a la altura de
sus estándares femeninos?
No en vano, ninguno de los dos nos hemos dado cuenta que el tiempo
ha avanzado y yo no sé si le ha pasado lo mismo a él, pero cuando he dejado de
escribir, mi mano estaba adormecida, no la he sentido de tanto escribir, esto
es normal? Hablas tanto con una persona que no te das cuenta del paso de las
horas, ni de la posición de las manos, ni de la postura en la cama? Empiezo a
creer que esto es así, simplemente cuando estás bien con una persona no te das
cuenta de esos detalles y si ha surgido la chispa como nos ha pasado a nosotros
pues nada de eso tiene importancia ya.
Pero, por otro lado empiezo a temer el tema de Eva. La conozco
como si la hubiera parido, de cuando en cuando mientras chateaba, he visto que
pasaba varias veces por mi habitación y por el rabillo del ojo he visto cómo
miraba y se seguía de largo, sé que tiene unas ganas locas de preguntarme todo
el tiempo su famoso ¿Qué tal ha ido?
Si, al final, Eva va a tener razón como siempre que ocurre entre nosotras, me
soltará su típico Te lo dije, no perdías nada por intentarlo.
Pero como no quiero que se salga con la suya y tampoco quiero
reconocer que ha ido bien porque eso implicaría que ella obtenga puntos de
ventaja sobre mí, pues decido que aún no le voy a dar el gusto y hacerla sufrir
un poco más. Salgo de mi habitación y atravieso el pequeño pasillo que une
nuestras habitaciones con el resto del piso.
Cuando Eva y yo acabamos de estudiar la carrera de Empresariales
en la Universidad, ella decidió especializarse en el área de Recursos Humanos, no
me sorprendió en absoluto porque lo lleva en la sangre, tiene el don de hacer
que los demás hagamos las cosas que ella quiere de una manera natural, es una
líder innata, no sé cómo lo logra, -bueno sí lo sé-, es el carácter que tiene
Eva, que a pesar de que está como una cabra –y
esto es así literalmente, como una cabra- es una persona capaz de ayudar a
los demás sin importar recibir nada a cambio, se preocupa por la gente y se
preocupa por mí. A Eva le gusta dar mucho de sí misma y eso en ella hace que
valga mucho como persona, al menos para mí que siempre la he tenido a mi lado.
Yo por el contrario, decidí orientarme hacia el área de Marketing,
me gusta mucho la creatividad, la imaginación, tal vez mi mayor defecto sea que
soy muy soñadora y tímida pero no por eso ha dejado de gustarme esa parte de la
comunicación que implica crear campañas para otros sin necesidad de darme a
conocer tanto.
El caso es que cuando nos vimos listas para iniciarnos en el
mercado laboral lo hablamos y decidimos irnos a vivir juntas, después de todo
no era de extrañar puesto que llevamos juntas desde hace muchos años, no
hubiéramos querido separarnos ni mucho menos si siempre nos hemos llevado bien.
Por eso cuando ambas dejamos claro a nuestras familias que
queríamos ser independientes y que queríamos vivir juntas, no sólo estuvieron
de acuerdo, sino que los padres de Eva –Eva
es su única hija con lo cual se deshacen por ella- no sólo nos ayudaron a
encontrar un piso sino que pagaron también la fianza, así podríamos
independizarnos sin tener que preocuparnos por encontrar un trabajo
rápidamente.
El piso donde finalmente acabamos viviendo Eva y yo está en una de
las zonas altas de Sarriá, muy cerca de donde viven los padres de Eva, es un
piso pequeño de dos habitaciones pero que tiene todas las comodidades que
pudiésemos necesitar, una pequeña cocina, el lavabo se encuentra entre nuestras
habitaciones y la sala y el comedor en un mismo ambiente. Todo el piso está
decorado a nuestro gusto, un estilo acogedor pero que al mismo tiempo diera la
sensación de ser moderno para dos chicas solteras. Mis padres y los lobos nos ayudaron
con la mudanza y son los lobos los que se encargan de acudir en nuestra ayuda
en caso que necesitemos algún mantenimiento o sólo por el simple hecho de
cotillear.
Efectivamente como me imaginaba, Eva está en la cocina preparando
la cena, normalmente es ella la que se encarga de las comidas, porque debo
reconocer que a mí se me da fatal, en cambio Eva se relaja cada vez que cocina,
pero tiene que cocinar sola, no soporta que nadie la interrumpa mientras lo
hace, es su manera de estar en paz. Sólo yo tengo la autorización suficiente
para poder estar en la cocina en el mismo momento que ella. Claro, ella no me
puede negar nada.
Me acerco a la nevera y saco una lata de cerveza, me encanta beber cerveza con limón
mientras estoy en la cocina mirando a Eva como despliega sus artes culinarias,
observo en silencio como corta las verduras uniformemente, maneja el cuchillo
eficazmente –siempre tengo muy presente
no llevarle la contraria cuando está delante de él, nunca se sabe cómo puede
reaccionar una mujer como Eva- y no tiene nada que envidiar a un chef
profesional, ella dice que es la práctica pero yo creo que su secreto mejor
guardado es algún día convertirse en una top chef.
Una vez cortadas las verduras, prepara el wok, cuando está listo
el aceite, echa las verduras y comienza a saltearlas una y otra vez como si
estuviera en un espectáculo de malabarismo, se comienza a oír el crujir de las
verduras al freírse con el aceite. De pronto, se gira lentamente hacia mí y
comienza a hablarme.
- Y bien cómo te ha ido con él?
+ De quién hablas?
- Vamos, no te hagas la tonta, te conozco bien, no hacías más que
teclear en el móvil rápidamente las veces que he asomado mi cabeza por allí.
+ Si claro, estaba
escribiendo pero cómo sabes que es un él? Podría haber sido una ella?
- Si si, si fuese una ella
no estarías tumbada en la cama con cara de cordera degollada. Me lo vas a
contar o no?
Suspiro…no le puedo ocultar nada a
ella, supongo que mi cara es un poema.
+ Vale, he conocido a un chico, hemos hablado un montón de
cosas, me ha caído bien, sobretodo que me he sentido cómoda hablando con él. Ya
me conoces, no suelo dar confianza en el primer momento.
- Le has visto?
+ Cómo se te ocurre?, lo acabo de conocer hace un momento¡
- Y eso qué tiene que ver?
+ Cómo que qué tiene, por Dios Eva no sé cómo es? Y si resulta
que es un asesino en serie?
- Y si folla bien?
+ Tú sólo piensas en eso verdad? Estás como una puta cabra.
- Lo de puta sí, pero lo de cabra… dame el comodín de la duda…
+ Jajajaja, sino fuera por cómo eres no te querría tanto,
tontina.
- Lo sé y que sepas que quiero lo mejor para ti, pero no disfrutas
Lore, no lo haces y no estaría mal que dejaras que ese chico o quien sea logre penetrar
en tus dominios.
+ Sí claro, que me penetre y también que se gane mis
demonios no?
- Nunca lo sabrás sino lo intentas…
+ Para ti es fácil decirlo…
- Sabes que sólo tienes que intentarlo, no todos los hombres son
iguales…
+ Pero es sólo una red social, sólo va a ser amistad, Eva, ni
que me fuera a casar con él.
- Nunca se sabe, darling…nunca se sabe.
Vuelvo a suspirar, hay veces que con Eva no vale la pena llevarle
la contraria.
+ Me ha pedido que le envíe una foto, quiere saber como
soy.
- En serio? Y a qué estás esperando???
+ A que se me quite el grano que tengo en la cara? Por Dios
Eva, me lo estoy pensando, no es muy pronto para que me quiera ver?
- Y lo vas a hacer?
+ Le he dicho que me dé unos días y se la mandaré pero
antes quiero que él me envíe la foto primero.
- Por DM?
+ No, nos hemos dado el correo… Prefiero tener la foto
guardada en el e-mail.
- Jajajaja, sí claro.
+ Pero vamos a ver, de qué te ríes?
- Que ya os habéis dado el correo… Lore correo? No te suena nada
eso?
+ Yo lo veo normal, no sé qué puede tener de raro en habernos
dado el correo y los horarios.
- Pues que estáis avanzando muy rápido no crees? Y cuál es su
correo?
+ Ja¡ a ti te lo voy a decir lagarta¡
- Uyyy, que la Lore está ilusionada¡ La Lore se va a enamorar¡
Tercer suspiro. A veces me dan ganas de
estrangularla, o mejor aún tirarle el wok por la cabeza. Si lo hago, se
enfadará?
+ Pero qué zorra eres a veces, por Dios.
- Y tú te estás convirtiendo en una putina…
+ Es que cuando te pones en plan gilipollas no hay quién te
aguante¡
- Ainsss siii me encanta¡
+ Capullina.
- Lore… te quiero y mucho, lo sabes no?
+ Sí lo sé y yo a ti…
Oye, no se supone que tienes que vigilar nuestra cena?
- Pues sí, pero si salen un poco chamuscadas las verduras te las
tendrás que comer igual.
+ Ni hablar, me pido una
pizza.
- Anda calla ya y ayúdame con la mesa.
Pongo los platos y los cubiertos mientras Eva acaba de saltear el
pollo nuevamente con las verduras. Cojo dos cervezas más y comenzamos a
disfrutar de la cena que como siempre está buenísima. Esto es una de las cosas
por las que acepté vivir con Eva, siempre acaba enamorándome por el estómago.
Entre charlas y risas damos rienda suelta de la cena en un plis
plas, después coloco todo en el lavavajillas y nos vamos al salón a tumbarnos
para ver una peli.
Es tarde ya y yo me quedo irremediablemente dormida en el sofá a
los minutos de comenzar la peli. Eva, me
arropa con mi manta favorita y lo último que recuerdo es un nombre sin rostro
que se impregna en mi cabeza como un suave murmullo de un despertar.
Me rindo a él....
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